En todas partes, los bahá’ís están participando en un proceso global de aprendizaje que les está ayudando a desarrollar su capacidad de poner en práctica las enseñanzas de Bahá’u’lláh para la transformación de la sociedad. Como contribución a este proceso de aprendizaje, el Instituto Ruhí conduce investigación y acción en el campo, con el fin de desarrollar programas y materiales que aumentan la capacidad de individuos y comunidades de servir a la humanidad. El aumento de esta capacidad en los individuos se puede comparar con caminar un sendero de servicio.

La secuencia principal de cursos del Instituto Ruhí está organizada de tal forma que sitúa al individuo«… en un sendero delineado por la experiencia que acumula la comunidad al afanarse por desplegar ante la humanidad la visión del Orden Mundial de Bahá’u’lláh.»

«La noción de un sendero indica en sí misma la naturaleza y propósito de los cursos, puesto que un sendero invita a la participación, llama a nuevos horizontes, exige esfuerzo y movimiento, tiene cabida para ritmos y pasos diferentes, y está estructurado y definido.»

«Un sendero puede experimentarse y conocerse no solo por una o dos, sino por todo un sinfín de personas, por cuanto pertenece a la comunidad.»

«Caminar por un sendero es un concepto igualmente expresivo. Precisa voluntad y decisión propias; exige poseer un conjunto de destrezas y habilidades, pero también despierta ciertas cualidades y actitudes; requiere de una manera lógica de avanzar, pero admite caminos exploratorios relacionados cuando es necesario; puede parecer sencillo al principio, pero más adelante se vuelve más difícil.»

«Y, lo que es crucial, la persona camina por el sendero en compañía de otros.»